La importancia de la nutrición en pacientes crónicos que están hospitalizados en casa

Los pacientes crónicos son aquellos que padecen una enfermedad de larga duración, como diabetes, hipertensión, asma, cáncer, o enfermedad renal, que afecta su calidad de vida y su capacidad para realizar actividades cotidianas. Estos pacientes suelen necesitar un seguimiento médico constante, una medicación específica, y una atención integral que incluya aspectos físicos, psicológicos, sociales, y espirituales.

En algunos casos, los pacientes crónicos pueden optar por recibir la atención médica que requieren en su propio domicilio, bajo ciertas condiciones y con el apoyo de un equipo multidisciplinario. Esta modalidad de atención, conocida como cuidado del paciente hospitalizado en casa, tiene varias ventajas, como mejorar la comodidad, el bienestar, y la recuperación del paciente, disminuir el riesgo de infecciones hospitalarias, liberar camas y recursos hospitalarios, y reducir los costos de la atención¹²³.

Sin embargo, el cuidado del paciente hospitalizado en casa también implica una serie de retos y requisitos, entre los que se destaca la importancia de la nutrición. La nutrición es el proceso por el cual el organismo obtiene los nutrientes y el agua que necesita para funcionar adecuadamente, a través de la ingesta, la digestión, la absorción, y el metabolismo de los alimentos. La nutrición es fundamental para mantener la salud, prevenir y tratar enfermedades, y mejorar la calidad de vida.

La nutrición en pacientes crónicos que están hospitalizados en casa es muy importante porque⁴⁵:

– Mejora la efectividad de los tratamientos, al proporcionar los sustratos energéticos y las sustancias reguladoras que el organismo necesita para responder a las intervenciones médicas, como cirugías, quimioterapia, radioterapia, o diálisis.
– Favorece la cicatrización de las heridas, al aportar los nutrientes y el agua que se requieren para la regeneración de los tejidos y la prevención de infecciones, especialmente en pacientes que han sufrido traumatismos, quemaduras, úlceras, o cirugías.
– Disminuye el tiempo de recuperación, al acelerar el proceso de curación y la restauración de las funciones vitales, y al reducir el riesgo de complicaciones o recaídas, que podrían requerir un reingreso hospitalario o una mayor dependencia.
– Mejora la autonomía y la autoestima del paciente, al permitirle participar activamente en el cuidado de su salud, al mejorar su estado físico y mental, y al facilitar su integración social y familiar.
– Disminuye la posibilidad de desnutrición, que es una condición frecuente y grave en los pacientes crónicos, que se caracteriza por una deficiencia o un exceso de nutrientes, que afecta negativamente la salud y la calidad de vida del paciente, y que se asocia con un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad.

Para lograr una nutrición adecuada en los pacientes crónicos que están hospitalizados en casa, se deben seguir algunas recomendaciones, como⁴⁵:

– Seguir las indicaciones del médico y del nutricionista, que son los profesionales encargados de evaluar el estado nutricional del paciente, de diseñar y de supervisar el plan nutricional individualizado, y de ajustarlo según las necesidades y las preferencias del paciente.
– Consumir una alimentación equilibrada, variada, y suficiente, que cubra los requerimientos de energía, proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales, y agua, según el tipo y el grado de la enfermedad, el tratamiento, y el estado general del paciente.
– Evitar el consumo de alimentos o bebidas que puedan interferir con el tratamiento, como el alcohol, el tabaco, la cafeína, o los alimentos ricos en sodio, potasio, fósforo, o azúcar, según el caso, y consultar con el médico o el nutricionista antes de tomar cualquier suplemento o producto natural.
– Mantener una buena higiene y seguridad alimentaria, lavando y desinfectando los alimentos, los utensilios, y las superficies que se usen para la preparación y el consumo de los alimentos, y evitando el consumo de alimentos crudos, caducados, o contaminados, que puedan causar intoxicaciones o infecciones.
– Apoyar al paciente desde el punto de vista emocional, ofreciéndole información, comprensión, y compañía, y ayudándole a afrontar el estrés, el miedo, o la ansiedad que pueda sentir por su situación, y que puedan afectar negativamente a su apetito y a su nutrición.